Cientos

Nunca imaginé que llegaría ese día. Siempre evité pensar en ti de esa manera... pero estás aquí, con ese top blanco y me susurras al oído que no tienes sujetador. Por mi mente pasan cientos de imágenes que intento controlar. Trato de tomármelo como una broma. Pero dices mi nombre y sonriendo me lo repites. Sabes lo que siento por ti y lo utilizas a tu favor, pero hoy no podré controlarme. Las ganas de meter mis manos por debajo de tu top mientras te beso pueden más que mi fuerza de voluntad. Siempre quise besarte y ahora lo estoy haciendo... cientos de pensamientos me invaden mientras me agarras la cara para besarme más intenso. Mi corazón late tan fuerte que lo puedes escuchar. Quiero quitarte la ropa y verte desnuda. Tocarte entera. Hacerte el amor. Empiezo a notar tu respiración acelerada. Te quito el top... dios, eres perfecta... y tú me agarras tus manos hasta bajarlas hasta tu falda... segundos después está en el suelo. Te levanto y rodeas con tus piernas mi cintura... me quitas mi camiseta y me sigues besando. Te dejo caer suavemente en la cama... y después de unos minutos el sueño de ver tu cuerpo sin ropa se hace realidad. Me tomo mi tiempo, no quiero que esto se termine... y quiero que para ti sea algo irrepetible. No tengo prisa por empezar a satisfacer mis deseos... ahora solo importas tú y que disfrutes. Mi lengua parece una extensión de tu cuerpo... de cada parte de ti. Mis manos recorren tu cuerpo... después de un tiempo... me dices que quieres sentirme dentro... y terminamos por querernos.

Después te apoyas en mi pecho... y comienzas a acariciarme... te beso la cabeza. Estamos sudados... y te propongo ducharnos... tú aceptas... Vamos.