13/9
Bajaba con su pelo rizoso, grata sorpresa para quien no se esperaba que fuera a hacer su aparición algo tan maravilloso. Paraba el tiempo a cada paso que daba. El pulso se aceleraba cuanto más se acercaba, y es que motivos sobraban. Dejaba ver su sonrisa entre bostezo y bostezo, un adjetivo, perfecta. Tímida y risueña, me ganó en ese momento, disfrazando de alegría un mundo de tristeza. Así llegó a ser mi dueña. No la he visto tantas veces como quisiera, pero desde aquel día solo pienso en ella. Mitad niña, mitad mujer, tiene más cualidades y atributos que los que cualquier hombre pueda y sepa querer. Me despierta inquietud, intriga y curiosidad, quiero conocerla más... saber que hay dentro de su cabeza. Difícil de valorar y apreciar en un solo cuerpo tanta belleza. Hay un mundo en ella y lo quiero conquistar. No la he visto tanto como quisiera, pero la he visto tanto como para quererla. Así es ella, perfectamente bella, perfec...